miércoles, 27 de abril de 2011

LA HISTORIA DE MONTAG


Nuestro querido amigo Enrique nos envía este articulo de la autora española Almudena Grandes publicado este fin de semana en el diario El País donde, muy oportunamente, con motivo del día del libro, analiza la maravillosa novela de Bradbury, además de algunas de la pautas que casi prefetizó el autor. 
Espero que os guste.

- LA HISTORIA DE MONTAG -
ALMUDENA GRANDES 
Publicado en EL PAIS
 24/04/2011

Montag era bombero y su oficio consistía en provocar incendios. No quemaba cualquier cosa, sólo libros y, excepcionalmente, como castigo ejemplar, las casas donde se escondían bibliotecas enteras. Las autoridades habían prohibido los libros en defensa del bien común. La literatura era muy perniciosa porque despertaba sentimientos en los ciudadanos a base de mentiras. La experiencia de seres inventados provocaba en las personas reales un sufrimiento auténtico, porque estimulaba su sentido crítico e inspiraba la tarea de cuestionarse su propia existencia. Los relatos de la insatisfacción producían insatisfacción, la memoria del dolor sembraba dolor, el anhelo de amor ponía de manifiesto la ausencia de amor, la fiebre del deseo incendiaba la conciencia de quienes nunca habían necesitado sentirlo. La literatura perturbaba la paz social y la felicidad individual, pero no era la única materia prohibida. La filosofía, aún más dañina, minaba los fundamentos de una armonía basada en un sistema de respuestas que no había necesitado de preguntas previas. La Historia, con todo, era lo peor, porque demostraba que el pasado había existido, y el pasado, con sus preguntas y sus respuestas, era el enemigo más feroz del armonioso presente donde los bomberos como Montag quemaban libros y detenían a los individuos antisociales que los conservaban aunque estuvieran prohibidos por la ley.

"Buscaba libros escondidos,
los encontraba, les aplicaba
el lanzallamas y los veía arder"
 
Montag era bombero y su oficio consistía en provocar incendios. Todos los días buscaba libros escondidos, los encontraba, los tocaba, los colocaba sobre una rejilla, les aplicaba el lanzallamas y los veía arder. Pero Montag sabía leer, y todos los días, después de buscar, encontrar, tocar libros, contemplaba los rostros de los delincuentes que se aferraban a ellos con desesperación, para afrontar su destino con un orgullo misterioso y desafiante. Hasta que un día, cuando ninguno de sus compañeros podía verle, salvó un libro de la quema, se lo metió en el uniforme, lo escondió en su casa y, por la noche, mientras su mujer dormía, se levantó para empezar a leer la vida de David Copperfield.
Había mucho dolor en aquel libro. Arbitrariedades, injusticia, soledad, desesperanza. Pero también había amistad, lealtad, cariño, amor. Montag fue descubriéndolo poco a poco, mientras leía por las noches.
Y nunca volvió a ser el mismo.
El funcionario ejemplar empezó a sentir el uniforme del que antes había estado tan orgulloso como una cárcel que apenas le consentía respirar. El orden a cuya defensa había destinado su juventud se le apareció como una insoportable tiranía. Aunque los cacheaba igual que sus compañeros, dejó de detener a las personas que llevaban libros escondidos en la ropa y empezó a sufrir en los incendios como si el papel que ardía fuera su propia piel. Se convirtió en un clandestino mientras aún formaba parte del sistema, y cuando ya no pudo seguir haciendo la guerra por su cuenta, huyó para seguir las vías del tren, hasta llegar al bosque donde vivían los hombres-libro, aquellos que habían quemado su libro favorito sólo después de aprenderlo de memoria, una biblioteca viviente dispuesta a perpetuarse por generaciones para conservar la memoria del conocimiento humano, hasta que llegara el momento en que pudieran dictarla para que los libros se imprimieran de nuevo.

Esta historia se titula Farenheit 451, como la temperatura a la que arde el papel y de la que toma su nombre el cuerpo de bomberos al que Montag perteneció antes de que David Copperfield le convirtiera en un hombre distinto. Ray Bradbury la escribió en 1953, y François Truffaut la adaptó al cine en 1966, para inscribir su nombre en la selectísima lista de los cineastas que han conseguido hacer una película cuyos méritos igualan -en mi opinión, incluso superan- la calidad de la novela de la que proviene. Es, en todo caso, una historia emocionante, tan conmovedora como un espejo capaz de reflejar con una admirable precisión lo mejor y lo peor de la condición humana.
En los últimos tiempos he pensado mucho en Montag. Los debates sobre las nuevas tecnologías, los anuncios apocalípticos sobre el fin de mi oficio, las profecías que pretender salvar la literatura convirtiéndola en un ejercicio domesticado, sometido a la caridad de las subvenciones, o la condenan como un fósil prescindible de otros tiempos, me han devuelto a la serena determinación de los hombres-libro, al heroísmo que su libertad, su voluntad seguirá labrando a la humana escala de su memoria mientras quede un solo lector, un solo espectador de su epopeya.
Por eso los traigo aquí, ahora que el sol empieza a calentar y las calles, las plazas de tantos pequeños pueblos y grandes ciudades de España se llenan de puestos, de carpas, de casetas abarrotadas de libros que esperan a que un lector los tome en sus manos.
Porque ustedes no tienen más que salir de casa y dar un paseo para conjurar, en nombre de toda la Humanidad, al demonio que atormenta el corazón de Montag.

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Podeís ver el articulo original publicado este fin de semana en la web de El País aquí

Quiero agradecer a mi amigo Enrique el envío del articulo, así como su constante implicación pero sobre todo su cariño y amistad.
Como siempre insisto, todos estos aportes no hacen sino enriquecer este espacio de encuentro virtual, lo hace mucho mas participativo y le otorga una vida que yo a solas soy incapaz de darle, por lo que vuelvo a animaros a todos a que nos enviéis cualquier tema que os parezca interesante, ya sea de cosecha propia como ajena, es decir - articulos publicados en prensa, reseñas literarias, criticas, recomendaciones, autores favoritos, etc....-      cualquier tema que deseéis compartir seguro que merecerá la pena.


Sobre la autora:
Almudena Grandes Hernández
(Madrid, 7 de mayo de 1960)

Tras estudiar Geografía e Historia en la Universidad Complutense de Madrid, comenzó a trabajar escribiendo textos para enciclopedias. También hizo algún papel en el cine (1982: A contratiempo, de Óscar Ladoire). Su primera novela publicada fue Las edades de Lulú (1989), obra erótica que ganó el XI Premio La Sonrisa Vertical y fue llevada al cine por Bigas Luna al año siguiente. La novela tuvo un gran éxito y ha sido traducida a más de 19 idiomas.

Su siguiente novela, Te llamaré Viernes (1991), ya apartada del género erótico, no tuvo gran repercusión. Sí la tuvo, en cambio, Malena es un nombre de tango (1994), que fue llevada al cine por Gerardo Herrero en 1996. Ese mismo año se publicó una recopilación de relatos titulada Modelos de mujer, algunos ya conocidos anteriormente por haber aparecido en alguna de sus frecuentes colaboraciones en la prensa. Uno de los relatos, El lenguaje de los balcones, inspirado en un poema de su marido Luis García Montero, sirvió de base para la película Aunque tú no lo sepas, que Juan Vicente Córdoba dirigió en 2000.

Atlas de geografía humana (1998), Los aires difíciles (2002) y Castillos de cartón (2004) continúan la obra novelística de la autora. Como sus obras anteriores, todas transcurren en la España del último cuarto del siglo XX o principios del XXI, mostrando con técnicas realistas e introspección psicológica la vida cotidiana de personajes de esta época.

En 2003 se publicaron una serie de artículos que habían aparecido en El País bajo el título de Mercado de Barceló y en 2005 continuó su obra breve con Estaciones de paso, un nuevo libro de relatos en el que se recogen cinco historias cortas.

En 2006 se estrena la película Los aires difíciles basada en su novela homónima, dirigida por Gerardo Herrero y protagonizada por José Luis García Pérez, Cuca Escribano y Roberto Enríquez.

El 1 de febrero de 2007 ofreció un acto para Foro Complutense en el que adelantaba la llegada de su nueva novela El corazón helado en el mismo mes. Se trata de un complejo relato en el que se plasma la vida de dos familias españolas desde la época de la posguerra civil española hasta nuestros días. En 2007 salió a la venta El corazón helado, su novela más ambiciosa hasta la fecha. La obra consta de un total de 919 páginas. En 2008 le concedieron el VII Premio de Novela Fundación José Manuel Lara y el premio del Gremio de Libreros de Madrid como mejor novela escrita en castellano por esta obra.

El 23 de marzo de 2007 se estrenó la película Atlas de geografía humana, basada en su novela. La película, que está protagonizada por Cuca Escribano, Montse Germán, María Bouzas y Rosa Vilas, ha sido dirigida por la amiga de la escritora, Azucena Rodríguez.

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