martes, 31 de mayo de 2011

BORN TO BE WILDE


El prefacio de El Retrato de Dorian Gray fue añadido en 1891, junto con otras enmiendas. La novela también fue ampliada enormemente: los trece capítulos originales se convirtieron en veinte y el capítulo final fue dividido en dos nuevos capítulos. Las adiciones permitieron "dar contenido a Dorian como un personaje" y también proveyeron detalles sobre su ascendencia, lo que contribuyó a hacer su "colapso psicológico más prolongado y convincente". Wilde usó el prefacio para responder a las críticas y defender la reputación de la novela. Consiste en una colección de afirmaciones sobre el rol del artista, un verdadero tratado sobre el arte en sí mismo, el valor de la belleza y sirve como un indicador de la forma en que Wilde propone que sea leída la novela. Se trata de un texto de enorme profundidad  y que podría constituir por si solo el eje perfecto para toda una tertulia completa. Lean y disfruten.

PREFACIO

El artista es el creador de cosas bellas. 

Revelar el arte y ocultar al artista es la finalidad del arte.

El crítico es quien puede traducir a otra forma o a un nuevo material su impresión de las cosas bellas.

La más elevada, así como la más baja forma de crítica es una especie de autobiografía.

Los que encuentran feas significaciones en las cosas bellas están corrompidos sin ser encantadores, lo cual es un defecto.

Los que encuentran bellas intenciones en las cosas bellas son los cultos. Para éstos hay esperanza.

Existen los elegidos para quienes las cosas bellas significan unicamente belleza.

Un libro no es nunca moral o inmoral. Está bien o mal escrito. Eso es todo.

La aversión del siglo XIX al realismo es la rabia de Calibán al ver su rostro en el espejo.
La aversión del siglo XIX al romanticismo es la rabia de Calibán al no ver su rostro en el espejo.

La vida moral del hombre forma parte del tema del artista, pero la moralidad del arte consiste en el uso perfecto de un medio imperfecto. Ningún artista desea probar nada. Incluso las cosas que son ciertas pueden probarse. 

Ningún artista tiene simpatías éticas. En un artista, una simpatía ética es un imperdonable amaneramiento de estilo.

Ningún artista es nunca mórboso. El artista puede expresarlo todo.

El pensamiento y el lenguaje son para el artista instrumentos del arte.

Desde el punto de vista de la forma, el modelo de todas las artes es el arte de la música. Desde el punto de vista del sentimiento, la profesión del actor.

Todo arte es a un tiempo superficie y símbolo.

Los que quieren comprender el símbolo, lo hacen a su propio riesgo.

Es al espectador, y no a la vida, a quien refleja realmente el arte.

La diversidad de opiniones sobre una obra de arte demuestra que la obra es nueva, compleja y vital. Cuando los críticos difieren, el artista está de acuerdo consigo mismo.

Podemos perdonar a un hombre por hacer algo útil siempre que no lo admire. La única excusa para hacer algo inútil es que uno lo admire intensamente.

Todo arte es completamente inútil.

Oscar Wilde.


Una maravilla, no hay mucho mas que decir!

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