lunes, 30 de abril de 2012

DE PUÑO Y LETRA - "¡DIOS SALVE AL REY!" de ENRIQUE LUNA




“¡DIOS SALVE  AL  REY!”


Reconozco la ironía
cuando me observa coqueta,
y de cualquier bobería
que destroce la armonía
hago vulgar cuchufleta.

No es que me haya encabronado,
es que en el fondo del alma,
sin prisa, pero sin calma,
tiendo al ramal de malvado.

Ojeando la prensa al día,
leo que nuestro monarca
se marchó de cacería
y se trajo una avería
barreado en una charca.

¡Majestad! Con la resaca
la caza se vuelve hostil,
la sangre se va al fusil,
la cadera al waka waka.

De tal palo, tal astilla,
y el nieto se voló un dedo
mientras cazaba una ardilla,
¡Buff, menuda pesadilla!
Este linaje da miedo.

¿No os dais cuenta los Borbones
que la memez y la caza
para vos son amenazas
que os convierten en bufones?

Y no termina la cosa,
que el yerno, menudo prenda,
con avidez prodigiosa,
en poesía o en prosa,
se llevó hasta la merienda.

Y la infanta, cenicienta,
la normal, no la horrorosa,
como enamorada esposa
dice que no se dio cuenta.

La generación de enredo,
de gandules marionetas,
a tiros y a bayoneta
los corría, más no puedo,
pues tienen las escopetas.
                  Enrique Luna
                                 -EL CASTOR-

domingo, 29 de abril de 2012

CITAS LITERARIAS - SOBRE G.K. CHESTERTON


"La obra de Chesterton es vastísima y no encierra una sola página que no ofrezca una felicidad."
Jorge Luis Borges

"Chesterton es la muchedumbre."
Ezra Pound

"Chesterton era uno de los pensadores más profundos que han existido. Era profundo porque tenía razón, y no podía dejar de tenerla; pero tampoco podía dejar de ser modesto y amable; por eso se consideraba uno de tantos, se disculpaba de tener razón y se hacia perdonar la profundidad con el ingenio."
Etienne Gilson

"Escribió especialmente para el hombre de la calle, repitiendo con lenguaje claro sus mensajes sencillos y valiosos."
Evelyn Waugh

"Su mejor cualidad era el don de iluminar lo ordinario y de descubrir en todo lo trivial una cierta eternidad… Su ley, escrita en los libros de la vida, era ver por primera vez en las cosas lo que nadie había visto las noventa y nueve veces anteriores."
Monseñor Ronald Knox

"Chesterton tenía más sentido común que todos los escritores modernos juntos."
C.S. Lewis

"Nunca decepcionó al enfocar con un alto nivel de sabiduría moral los problemas más confusos de su época."
Marshall McLuhan

"Escribió demasiado bien, demasiado sinceramente y con demasiado vigor para merecer un simple nicho en un museo."
Anthony Burgess

"Chesterton es un artista de la palabra."
Aldous Huxley

"Sentía una simpatía inmensa por ese hombre, y era un adversario honradísimo, el más honrado que he encontrado en mi vida."
Middleton Murry

"Era demasiado bueno para ser político… Escribió sus pensamientos con frescura, sencillez y la ilusión del descubrimiento."
Graham Greene

"La influencia de Chesterton será más grande entre las generaciones aún no nacidas que entre sus contemporáneos."
Sir Arthur Bryant

"Sentía un profundo e instintivo disgusto por el rumbo que tomaba el siglo XX, lo cual le convirtió en un impresionante profeta."
                                            Malcolm Muggeridge



CITAS LITERARIAS - G.K. CHESTERTON



"Hay algo que da esplendor a cuanto existe,
y es la ilusión de encontrar algo a la vuelta de la esquina."



"Desde la aurora del hombre todas las naciones han tenido gobierno, y todas se han avergonzado de sus gobiernos."

"El juego de ponerse límites a sí mismos es uno de los secretos placeres de la vida."

"El periodismo consiste en buena medida en decir "Ha muerto el señor Jones" a gente que no sabía que existiera un tal señor Jones."

"La Biblia nos dice que amemos a nuestros vecinos y a nuestros enemigos: probablemente porque se trata de la misma gente."

"La intolerancia puede ser definida como la indignación de los hombres que no tienen opiniones."

"La mediocridad, posiblemente, consiste en estar delante de la grandeza y no darse cuenta."

"Los cuentos de hadas superan la realidad no porque nos digan que los dragones existen, sino porque nos dicen que pueden ser vencidos."

"Optimista es el que os mira a los ojos, pesimista, el que os mira a los pies."

"No existe en el mundo un tema que no sea interesante; lo que existen son personas que no lo son."

"Siempre se ha creído que existe algo que se llama destino, pero siempre se ha creído también que hay otra cosa que se llama albedrío. Lo que califica al hombre es el equilibrio de esa contradicción."

"Una buena novela nos dice la verdad sobre su protagonista; una novela mala nos dice la verdad acerca de su autor."

"Todo argot es metáfora, y toda metáfora es poesía."

"Un liberal podría ser definido aproximadamente como un hombre que, si pudiera hacer callar para siempre a todos los que engañan a la humanidad con solo mover su mano en un cuarto a oscuras, no la movería".


"Un ideal fijo es condición para toda clase de revoluciones."





- Gilbert Keith Chesterton-









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Sobre el autor:

Gilbert Keith Chesterton (1874-1936) es probablemente uno de los mejores escritores del pasado siglo. Dijo algo sobre casi todo y lo dijo mejor que la mayoría. Esto fue posible porque no sólo era un gran escritor, que se sabía expresar muy bien, sino que fue uno de los más grandes pensadores del siglo pasado.

Nació en Londres, no fue a la universidad, pero fue a la escuela de arte.

Escribió 100 libros, contribuyó en 200 más, cientos de poemas, 5 obras de teatro, 5 novelas y alrededor de 200 cuentos cortos, incluyendo la popular serie de un sacerdote con grandes habilidades de detective: el Padre Brown.
A pesar de sus logros como escritor, Chesterton se consideraba a si mismo principalmente un periodista.Escribió más de 4000 ensayos.

Chesterton se manejaba con soltura en literatura, crítica social, historia, política, economía, filosofía y teología. Siempre con su estilo inconfundible, marcado por su humildad, maravilla, humor e ingenio.

Su influencia fue tan importante sobre sus contemporáneos que marcó indeleblemente los destinos de hombres e incluso naciones…

Escribió un libro llamado “El Hombre Eterno” (The Everlasting Man) que llevaría a un joven ateo de nombre C.S Lewis a abrazar el cristianismo.

Chesterton es el hombre que escribió una novela llamada “El Napoleón de Notting Hill” que inspiró a Michael Collins a liderar el movimiento por la independencia irlandesa.

Es el hombre que escribió un ensayo que apareció en el periódico inglés “Illustrated London News” que inspiró a Gandhi a liderar un movimiento para poner fin al colonialismo británico en India.

Este es el hombre que escribió, por encargo,  un libro sobre Santo Tomás de Aquino, que Étienne Gilson considera uno de los mejores libros jamás escritos sobre Santo Tomás.

Se trata seguramente de uno de los escritores y pensadores más injustamente dejados de lado.

Quizás muchos pensadores y críticos modernos han encontrado conveniente ignorar a Chesterton en vez de argumentar con él. Argumentar con Chesterton es perder. La historia de sus famosos debates con los pensadores más ilustres de su tiempo así lo asegura.

Defendió el sentido común y al hombre común de las modas que eventualmente tomarían el control durante el siglo 20: materialismo, determinismo científico, relativismo moral y el agnosticismo.

Chesterton es un personaje que no conviene dejar en el olvido. Es un maestro de la mejor clase. No sólo es capaz de sorprenderte y de enseñarte, sino que es capaz de hacerte reir y de encontrar un punto de vista diferente e inesperado.


y paro ya...porque estaría toda la noche!!  Genial, profundo, brillante e ingenioso... 
G.K. Chesterton debería de prescribirse en la consulta del médico!!
Fuentes:
http://es.wikipedia.org/wiki/G._K._Chesterton
http://es.wikiquote.org/wiki/Chesterton

sábado, 28 de abril de 2012

RECOMENDADOS - BAJO EL SIGNO DE LA ESVÁSTICA de MANUEL CHAVES NOGALES


Este premonitorio texto se adelanta a los acontecimientos históricos acaecidos durante el Tercer Reich, al recoger entre sus líneas la ya efectiva inoculación del nacionalsocialismo en el corazón del pueblo alemán 


Bajo el signo de la esvástica es el título de la nueva publicación que acaba de sacar al mercado la editorial Almuzara, obra del insigne periodista y escritor sevillano Manuel Chaves Nogales.

Se trata de la recuperación de un gran reportaje que este autor realizó para la revista Ahora sobre la Alemania nazi, a pocos meses del ascenso definitivo de Adolf Hitler al poder.

Publicado en mayo de 1933 en una serie de piezas englobadas en una serie mayor que se anunciaba bajo el marbete «Cómo se vive en los países de régimen fascista», este premonitorio texto de Chaves Nogales se adelanta a los acontecimientos históricos acaecidos durante el Tercer Reich, al recoger entre sus líneas la ya efectiva inoculación del nacionalsocialismo en el corazón del pueblo alemán.

El reportaje en su conjunto es más bien de índole sociológico y está realizado a pie de calle. En el texto se aprecia el enorme interés del escritor sevillano por contar cómo la población media germana se había convertido al nuevo régimen. También denuncia cómo se arrinconaba dramáticamente al judío y presagia su aniquilación sistemática, como así sucedió.





Chaves Nogales anticipa, ya en esas fechas, la noticia sobre los campos de trabajos forzados, advirtiendo del futuro oscuro de estos recintos. Sin embargo, no desatiende a las altas esferas e incluye, en este reportaje, una entrevista al ministro de la propaganda nazi, Joseph Goebbels, y algunas observaciones de política mundial.

En esta edición se inserta en apéndices la repercusión de su conferencia «Cómo se acaba con una República. Del comunismo ruso al fascismo alemán», impartida en Sevilla a raíz de este viaje a Alemania. El propio Chaves Nogales, en una muestra de su inquietud por la atribulada república española, quiere difundir el «gran interés aleccionador» que tiene «el saber cómo se provocan y cómo se desenvuelven los regímenes dictatoriales».

Manuel Chaves Nogales (Sevilla, 1897-Londres, 1944) es hoy una de las referencias de la literatura y el periodismo español del siglo XX. En 1921, justo mientras dejaba preparada la publicación de su primer libro, La ciudad, reeditado por la editorial Almuzara en el 2011, dedicado a su ciudad natal, marchó a Madrid para hacer carrera en el cambiante mundo del periodismo.
Como redactor jefe de El Heraldo y director de Ahora, conquista la cima periodística con sus grandes reportajes denuncia sobre la Rusia bolchevique y los regímenes fascistas.

Su obra literaria, entre el periodismo y la novela, dejó varios libros fascinantes de tema ruso, y en 1935 conquista un enorme éxito editorial con su Juan Belmonte, matador de toros. Con la guerra tuvo que abandonar España y, tras un periodo en París, del que surge buena parte de su libro La agonía de Francia (1941), se instala en Londres donde seguirá desarrollando una labor periodística internacional de primera fila. En el clima de exilio y guerra, una desafortunada intervención quirúrgica le produjo la muerte mientras preparaba un libro con los testimonios de refugiados de la ocupación alemana.



Chaves Nogales, intuición y lucidez

Chaves se define como intelectual liberal, antifascista y antirrevolucionario. “Con el debido respeto – dice Chaves- todo revolucionario me ha parecido siempre algo tan pernicioso como cualquier reaccionario”. Y añade: “Mi única y humilde verdad era un odio insuperable a la estupidez y a la crueldad. (…) Pero la estupidez y la crueldad se enseñoreaban de España (…) Idiotas y asesinos se han producido y actuado con idéntica profusión e intensidad en los dos bandos. (…) Un hombre como yo, por insignificante que fuese, había contraído méritos bastantes para haber sido fusilado por los unos y por los otros”.



“Cuando estalló la guerra – sigue Chaves- me quedé en mi puesto cumpliendo mi deber profesional (…) Vi entonces convertirse en comunistas fervorosos a muchos reaccionarios y en anarquistas terribles a muchos burgueses acomodados. La guerra y el miedo lo justificaban todo. (…) Me fui cuando tuve la íntima convicción de que todo estaba perdido y no había nada que salvar (…) Y tanto o más miedo tenía a la barbarie de los moros, los bandidos del Tercio y los asesinos de Falange, que a la de los analfabetos anarquistas o comunistas (…) Yo he querido permitirme el lujo de no tener ninguna solidaridad con los asesinos”.

Fatalista, Chaves advierte: “El resultado final de esta lucha no me preocupa demasiado. No me interesa gran cosa saber que el futuro dictador de España va a salir de un lado o de otro de las trincheras (…). El hombre que encarnará la España superviviente surgirá merced a la guerra, que hace sucumbir a los mejores. ¿De derechas? ¿De izquierdas? ¿Rojo? ¿Blanco? Es indiferente (…) Sea quien fuere, será un traidor a la causa que hoy defiende”. Y acierta al profetizar la llegada de “un gobierno dictatorial que con las armas en la mano obligará a los españoles a trabajar desesperadamente y a pasar hambre sin rechistar durante veinte años, hasta que hayamos pagado la guerra (…) Habrá costado a España más de medio millón de muertos (…). Cuando llegué a esta conclusión abandoné mi puesto en la lucha (…). Me expatrié cuando me convencí de que nada que no fuese ayudar a la guerra misma podía hacerse ya en España”.

Eso lo escribía Chaves a comienzos de 1937. Una España se levantó en armas contra la República confundiendo a esta con la otra España. Pero no había dos sino tres: a esta tercera España, que hasta la transición no fue una inmensa mayoría, le debemos la democracia. Entre sus precursores está el exiliado Manuel Chaves Nogales, muerto prematuramente en Londres el año 1944.


Quema de libros ordenadas por las autoridades nazis


Fuentes:

jueves, 26 de abril de 2012

LEYENDO..."LAS ENSEÑANZAS DE DON JUAN" DE CARLOS CASTANEDA



"Los enemigos de un hombre de conocimiento"


Cuando me disponía a partir, decidí preguntarle una vez más por los enemigos de un hombre de conocimiento. Aduje que no podría regresar en algún tiempo y sería buena idea escribir lo que él dijese y meditar en ello mientras estaba fuera.

Titubeó un rato, pero luego comenzó a hablar.

Cuando un hombre empieza a aprender, nunca sabe lo que va a encontrar. Su propósito es deficiente; su intención es vaga. Espera recompensas que nunca llegarán, pues no sabe nada de los trabajos que cuesta aprender. “Pero uno aprende así, poquito a poquito al comienzo, luego más y más. Y sus pensamientos se dan de topetazos y se hunden en la nada. Lo que se aprende no es nunca lo que uno creía. Y así se comienza a tener miedo. El conocimiento no es nunca lo que uno se espera. Cada paso del aprendizaje es un atolladero, y el miedo que el hombre experimenta empieza a crecer sin misericordia, sin ceder. Su propósito se convierte en un campo de batalla.
Y así ha tropezado con el primero de sus enemigos naturales: ¡el miedo! Un enemigo terrible: traicionero y enredado como los cardos. Se queda oculto en cada recodo del camino, acechando, esperando. Y si el hombre, aterrado en su presencia, echa a correr, su enemigo habrá puesto fin a su búsqueda.”

¿Qué le pasa al hombre si corre por miedo?

Nada le pasa, sólo que jamás aprenderá. Nunca llegará a ser hombre de conocimiento. Llegará a ser un maleante, o un cobarde cualquiera, un hombre inofensivo, asustado; de cualquier modo, será un hombre vencido. Su primer enemigo habrá puesto fin a sus ansias.

¿Y qué puede hacer para superar el miedo?

La respuesta es muy sencilla. No debe correr. Debe desafiar a su miedo, y pese a él debe dar el siguiente paso en su aprendizaje, y el siguiente, y el siguiente. Debe estar lleno de miedo, pero no debe detenerse. ¡Esa es la regla! Y llega un momento en que su primer enemigo se retira. El hombre empieza a sentirse seguro de si. Su propósito se fortalece. Aprender no es ya una tarea aterradora.
“Cuando llega ese momento gozoso, el hombre puede decir sin duda que ha vencido a su primer enemigo natural.”

¿Ocurre de golpe, don Juan, o poco a poco?

Ocurre poco a poco, y sin embargo el miedo se conquista rápido y de repente.

¿Pero no volverá el hombre a tener miedo si algo nuevo le pasa?

No. Una vez que un hombre ha conquistado el miedo, está libre de él por el resto de su vida, porque a cambio del miedo ha adquirido la claridad: una claridad de mente que borra el miedo. Para entonces, un hombre conoce sus deseos; sabe cómo satisfacer esos deseos. Puede prever los nuevos pasos del aprendizaje, y una claridad nítida lo rodea todo. El hombre siente que nada está oculto, 
“Y así ha encontrado a su segundo enemigo: ¡la claridad! Esa claridad de mente, tan difícil de obtener, dispersa el miedo, pero también ciega. Fuerza al hombre a no dudar nunca de sí. Le da la seguridad de que puede hacer cuanto se le antoje, porque todo lo que ve lo ve con claridad. Y tiene valor porque tiene claridad, y no se detiene en nada porque tiene claridad. Pero todo eso es un error; es como si viera algo claro pero incompleto. Si el hombre se rinde a esa ilusión de poder, ha sucumbido a su segundo enemigo y será torpe para aprender. Se apurará cuando debía ser paciente, o será paciente cuando debería apurarse. Y tonteará con el aprendizaje, hasta que termine incapaz de aprender nada más.

¿Qué pasa con un hombre derrotado en esa forma, don Juan? ¿Muere en consecuencia?

-No, no muere. Su segundo enemigo tan solo ha parado en seco sus intentos de hacerse hombre de conocimiento; en vez de eso, el hombre puede volverse un guerrero impetuoso, o un payaso. Pero la claridad que tan caro ha pagado no volverá a transformarse en oscuridad y miedo. Será claro mientras viva, pero ya no aprenderá ni ansiará nada.

Pero ¿qué tiene que hacer para evitar la derrota?

-Debe hacer lo que hizo con el miedo: debe desafiar su claridad y usarla sólo para ver, y esperar con paciencia y medir con tiento antes de dar otros pasos; debe pensar, sobre todo, que su claridad es casi un error. Y vendrá un momento en que comprenda que su claridad era sólo un punto delante de sus ojos. Y así habrá vencido a su segundo enemigo, y llegará a una posición donde nada puede ya dañarlo. Esto no será un error ni tampoco una ilusión. No será solamente un punto delante de sus ojos. Ése será el verdadero poder.
“Sabrá entonces que el poder tanto tiempo perseguido es suyo por fin. Puede hacer con él lo que se le antoje. Su aliado está a sus órdenes. Su deseo es la regla. Ve claro y parejo todo cuanto hay alrededor. Pero también ha tropezado con su tercer enemigo: ¡el poder!
“El poder es el más fuerte de todos los enemigos. Y naturalmente, lo más fácil es rendirse; después de todo, el hombre es de veras invencible. Él manda; empieza tomando riesgos calculados y termina haciendo reglas, porque es el amo del poder.
Un hombre en esta etapa apenas advierte que su tercer enemigo se cierne sobre él. Y de pronto, sin saber, habrá sin duda perdido la batalla. Su enemigo lo habrá transformado en un hombre cruel, caprichoso.”

¿Perderá su poder?

-No, nunca perderá su claridad ni su poder.

-¿Entonces qué lo distinguirá de un hombre de conocimiento?

Un hombre vencido por el poder muere sin saber realmente cómo manejarlo. El poder es sólo un carga sobre su destino. Un hombre así no tiene dominio de si mismo, ni puede decir cómo ni cuándo usar su poder.

La derrota a manos de cualquiera de estos enemigos ¿es definitiva?

Claro que es definitiva. Cuando uno de estos enemigos vence a un hombre, no hay nada que hacer.

¿Es posible, por ejemplo, que el hombre vencido por el poder vea su error y se corrija?

No. Una vez que un hombre se rinde, está acabado.

¿Pero si el poder lo ciega temporalmente y luego él lo rechaza?

Eso quiere decir que la batalla sigue. Quiere decir que todavía está tratando de volverse hombre de conocimiento. Un hombre está vencido sólo cuando ya no hace la lucha y se abandona.

Pero entonces, don Juan, ¿es posible que un hombre se abandone al miedo durante años, pero finalmente lo conquiste?

No, eso no es cierto. Si se rinde al miedo nunca lo conquistará, porque se asustará de aprender y no volverá a hacer la prueba. Pero si trata de aprender durante años, en medio de su miedo, terminará conquistándolo porque nunca se habrá abandonado a él en realidad.

¿Cómo puede vencer a su tercer enemigo, don Juan?

Tiene que desafiarlo, con toda intención. Tiene que llegar a darse cuenta de que el poder que aparentemente ha conquistado no es nunca suyo en verdad. Debe tenerse a raya a todas horas, manejando con tiento, y con fe todo lo que ha aprendido. Si puede ver que, sin control sobre sí mismo, la claridad y el poder son peores que los errores, llegará a un punto en el que todo se domina. Entonces sabrá cómo y cuándo usar su poder. Y así habrá vencido a su tercer enemigo.
“El hombre estará, para entonces, al fin de su travesía por el camino del conocimiento, y casi sin advertencia tropezará con su último enemigo: ¡la vejez! 
Este enemigo es el más cruel de todos, el único al que no se puede vencer por completo; el enemigo al que solamente podrá ahuyentar por un instante".
“Este es el tiempo en que un hombre ya no tiene miedos, ya no tiene claridad impaciente; un tiempo en que todo su poder está bajo control, pero también el tiempo en el que siente un deseo constante de descansar. Si se rinde por entero a su deseo de acostarse y olvidar, si se arrulla en la fatiga, habrá perdido el último asalto, y su enemigo lo reducirá a una débil criatura vieja. Su deseo de retirarse vencerá toda su claridad, su poder y su conocimiento".
“Pero si el hombre se sacude el cansancio y vive su destino hasta el final, puede entonces ser llamado hombre de conocimiento, aunque sea tan sólo por esos momentitos en que logra ahuyentar al último enemigo, el enemigo invencible. Esos momentos de claridad, poder y conocimiento son suficientes.”


Carlos Castaneda, fragmento de "Las enseñanzas de Don Juan"

Mas sobre el autor y su obra en:

martes, 24 de abril de 2012

CANCIONES PARA EL TIEMPO Y LA DISTANCIA - CONFESIÓN

Hola amigos,


pensando en la maravillosa historia de amor que es Cyrano de Bergerac y como sigo atrapado por su influencia, no paro de recordar otra tristísima historia de renuncia por amor pero esta vez en forma de canción. 


Se trata de "Confesión" un fantástico tango compuesto en 1931 por Enrique Santos Discepolo y Luis César Amadori e interpretado exitosamente por el gran Carlos Gardel, aunque yo lo descubrí hace unos cuantos años ya en el disco en directo "Pequeño Cabaret Ambulante" de Enrique Bunbury donde se marca una estupenda versión del clásico. He intentado dejaros las dos pero no he encontrado una buena copia de la original de Gardel, por lo que os dejo la versión de Bunbury a la que le tengo un especial cariño+.


Como siempre, espero que os guste.


CONFESIóN

Fue a conciencia pura que perdí tu amor,
nada más que por salvarte.
Hoy me odiás, y yo feliz,
me arrincono pa' llorarte.

El recuerdo que tendrás de mi será horroroso,
me verás siempre golpeándote como un malvao,
y si supieras bien qué generoso,
fue que pagaste así,
tu gran amor.

¡Sol de mi vida! Fui un fracasao,
y en mi caída busqué el echarte a un lao,
porque te quise tanto, tanto,
que en mi rodar, para salvarte,
sólo supe hacerme odiar.

Hoy después de un año atroz te vi pasar,
me mordí pa' no llamarte.
Ibas linda como un sol,
se paraban pa' mirarte.

Yo no sé si el que te quiere así se lo merece,
sólo sé que la misería cruel que te ofrecí
me justifica al verte hecha una reina,
pues vivirás mejor lejos de mi.

¡Sol de mi vida! Fui un fracasao,
y en mi caída busqué el echarte a un lao,
porque te quise tanto, tanto,
que en mi rodar, para salvarte,
sólo supe hacerme odiar. 




viernes, 20 de abril de 2012

LA NOVELA MALDITA DE DASHIELL HAMMET


La novela maldita de Hammett


Si existe una novela maldita de Dashiell Hammett, esa es Cosecha roja. A pesar de ser uno de los títulos pioneros del género negro, con su detective rocoso y su femme fatale, su realismo sórdido y su corrosiva carga contra la corrupción, nunca ha sido llevada al cine. La novela, que se acaba de publicar en una nueva traducción al castellano en el volumen Todos los casos del agente de la Continental (RBA), es la única de sus cuatro grandes que carece de película, aunque es pura carne de celuloide. Y para probarlo ahí están las dos enormes películas en las que palpita su espíritu: Yojimbo, de Kurosawa, con su samurái indestructible que limpia de bandas criminales un pueblo del Japón decimonónico, y Por un puñado de dólares, de Sergio Leone, donde el cowboy Clint Eastwood hace lo propio en un polvoriento villorrio del Oeste mexicano. Nadie, sin embargo, se ha atrevido con la historia original y esa condena oficiosa ha rodeado a Cosecha roja de un aura de obra de culto.

Según cuentan los expertos, la maldición de Cosecha roja empezó muy pronto. Poco después de su publicación, en 1929, el superproductor David O. Selznick compró los derechos y le encargó el guión al prestigioso Ben Hecht. Pero cuando el estudio se fijó en el veneno que supuraba el relato, se echó atrás. Al parecer no les gustó nada esa historia con grandes empresarios que compran a senadores y congresistas, que acumulan medios de comunicación y que contratan matones para reventar protestas sindicales. Por no hablar de la decena de muertos que caen abatidos a tiros entre sus páginas. Así que rescribieron el libreto y lo dejaron en una comedia (!) con poco que ver con el original. Ellos se lo perdieron, porque Cosecha roja es un hito literario que fijó las señas de identidad del género: su atmósfera, sus personajes y su estilo, como recuerda Eduardo Iriarte, traductor de la nueva edición. “Es uno de los títulos fundacionales del género”.

Las otras tres grandes novelas de Hammett no tuvieron esos problemas (La maldición de los Dain ocupa un lugar menor). La adaptación de El halcón maltés, dirigida por John Huston en 1941 con un reparto difícil de repetir, fue un taquillazo; y en la década anterior, El hombre delgado triunfó y dio lugar a varias secuelas, y La llave de cristal (esa estupenda reflexión sobre si es posible la amistad en el inframundo del hampa) fue llevada al cine dos veces, y más tardé influyó en la citada Yojimbo (reversionada en Por un puñado de dólares y El último hombre) y en la muy negra Muerte entre las flores, de los hermanos Coen. 


-Muerte entre las flores- (Hnos Coen,1990)
Pero la primera novela de Hammett sigue resistiéndose.

Dashiell Hammett
Cosecha roja era la confirmación de lo que el autor, ex-detective de la agencia Pinkerton, había ido puliendo en sus relatos de la revista pulp Black Mask. Esos textos suponían un distanciamiento respecto a la tradicional novela de detectives. Ahora la resolución del misterio dejaba de ser la cuestión central para dar entrada a la crítica social o la indagación moral más turbia. En esta novela, que es la suma (fix-up) de varios relatos, Hammett exhibe “su tesón para ir desenterrando la corrupción y adentrándose en las entrañas de la sociedad”, añade Iriarte.
Lo resumió bien el periodista estadounidense Allen Barra en Salon. “En la novela policiaca, resolver el misterio nunca es completamente el objetivo; es un género mucho más inquietante que todo lo que se pueda imaginar en el mundo de Sherlock Holmes; porque en el mundo real, como sabemos, la responsabilidad del crimen se extiende tan lejos en la sociedad que nadie está libre de culpa. No existe ningún final nítido que nos haga sentir que el bien ha triunfado sobre el mal”.


En ese ambiente de claroscuros morales nace un personaje como el detective sin nombre de Cosecha roja, un tipo bajo, rechoncho y de mediana edad; un lobo solitario y cínico, de vuelta de mil casos y emocionalmente impermeable, cien por cien pedernal. Como Sam Spade, es el antihéroe de los bajos fondos que Hammett legó como eterno protagonista del noir. Según Iriarte- “Hammett creó un arquetipo de investigador moralmente comprometido con la trama y sumamente realista en sus procedimientos”. Unos métodos que el autor conocía de primera mano y que transformó en literatura. Su detective "nos relata tanto las líneas de investigación que dan fruto como las que quedan abortadas, lo que hace que la intriga resulte mucho más verosímil, y nos permite experimentar las dificultades, la frustración y, a la postre, la agridulce satisfacción del protagonista”.




Otra gran innovación de Hammett fue el estilo. “Las frases breves y contundentes, despojadas de adornos innecesarios, la habilidad para describir una situación o un personaje con cuatro pinceladas”, enumera Iriarte, que con esta nueva versión recupera la frescura del original (la versión más popular hasta ahora, de Fernando Calleja, data de hace más de treinta años). El traductor destaca de Hammett que “su capacidad de síntesis y su tono descreído sin caer en la melancolía, crítico sin incurrir en el sermoneo; se han convertido en un modelo a seguir para novelistas actuales”.

 Así construye la personalidad de un tipo granítico capaz de soltar lindezas de este calibre: "Tenía todo el aspecto de estar diciendo la verdad, aunque con las mujeres, sobre todo las mujeres de ojos azules, eso no siempre significa mucho". El muy selecto André Gide consideraba Cosecha roja la mejor novela de Hammett. “Esos diálogos, conducidos con mano maestra, son cosa para enfrentarla con Hemingway y hasta con Faulkner; todo el relato mismo de una habilidad y un cinismo implacables... En ese género particular es lo más notable que he leído", escribió en el novelista francés.


Cosecha roja es la historia de un detective anónimo de una agencia nacional que llega a Personville (conocida como Poisonville, ciudad envenenada), una pequeña localidad minera atenazada por bandas de gánsters y podrida de corrupción hasta el tuétano. Un poderoso empresario local, amo de facto de Poisonville, que mantiene untados a políticos, periodistas y policías, siente amenazado su poder por líderes rivales y decide contratar al sabueso por un buen puñado de dólares para que limpie la ciudad. Así que el agente se plantea una limpieza a fondo. "Ahora voy a pasármelo en grande. Tengo 10.000 dólares suyos para correrme una buena juerga. Voy a usarlos para abrir Poisonville en canal desde la nuez hasta los tobillos". Su método: desatar una guerra entre facciones criminales que acabe con la destrucción mutua total. Incluso él mismo se ve arrastrado al salvaje despliegue de violencia. El título de la novela da una idea del resultado.

Esta nueva traducción de Cosecha roja, presentada en un grueso volumen que reúne todos los casos del agente de la agencia Continental (como la novela La maldición de los Dain, considerada menor), se añade a lo que parece un revival hammettiano. Recientemente se han publicado el volumen Todos los casos de Sam Spade (RBA)Interrogatorios (Errata Naturae), que recupera los testimonios del autor durante la Caza de brujas, donde se negó una y otra vez a delatar a otros (aun a costa de la cárcel). Y el próximo capítulo parece que será en el cine. El actor Johnny Depp y el cineasta Rob Marshall planean adaptar la novela El hombre delgado, protagonizada por el matrimonio Nick y Nora Charles, dos sofisticados e implacables detectives expertos en chistes y martinis. Depp se reserva el papel de Nick y por el de Nora compiten Rachel Weisz, Emily Blunt, Amy Adams y Kristen Wiig, entre otras. En caso de que la idea se concrete, la película podría suscitar un renovado interés por Hammett y -quién sabe- hasta podría ser que algún productor se acordase de Cosecha roja.


688 páginas
14,0 x 21,3 cm
RUSTICA
ISBN - 9788490061688
Sello Editorial - RBA LIBROS 
Colección - SERIE NEGRA
PVP RECOMENDADO - 24 €

CYRANO, ADAPTACION JUVENIL E ILUSTRADA.


Basado en el Cyrano de Rostand, tenemos  esta adapatación juvenil con texto libre de Taï-Marc Le Thanh e ilustraciones de Rebeca Dautremer.

Le Thanh ha llevado diversas obras al mercado como "Elvis", "La hermanita carnívora o la enfermedad del cordero loco" y "¿Quién ha sido?, un vientecito perfumado".

En cuanto a Rébecca Dautremer, se trata de una ilustradora infantil que sobre todo dedica su carrera a la adaptación de cuentos tradicionales de diferentes culturas y épocas. Gracias a su arte podemos disfrutar de álbumes fantásticos como "Enamorados", "Princesas olvidadas o desconocidas" y "Cyrano".

Desde la evocadora portada asumimos que esta adaptación es completamente libre. Las ilustraciones tienen un aire oriental no sólo en los paisajes y los rasgos de los personajes sino también en su colorido y construcción de las escenas. El texto tiene sus altos y sus bajos. Curiosamente algunos de sus altos se hallan en sus bajos, es decir en la decena de pequeños pies de página que iluminan y dan frescura a la composición.

En otras ocasiones lo alto es el lenguaje. Verbigracia:

"La guerra es terrible.
 La guerra es la muerte, la guerra es el odio,
 la guerra es el miedo, la guerra es el llanto,
 la guerra es el ruido.
 La guerra hace tanto ruido que los que la hacen
 se quedan completamente sordos.
 Tanto que ni siquiera oyen el llanto de los niños."

Las debilidades de la adaptación se hallan precisamente donde más fuerte es el texto original, es decir en la construcción de personajes y el dramatismo. Se echan en falta las fanfarronadas de Cyrano, su carisma y su valor, también el patetismo de Cristián y el amor de Roxanna por la poesía.

La adaptación se salva sin embargo por darle una nueva visita a esa obra maravillosa que es "Cyrano de Bergerac", por su impresionante ilustración que da vida y pone de manifiesto la universalidad de la obra y porque, con el mediador adecuado, anima a leer la obra original.

En cuanto a las ediciones, en este caso podemos elegir entre la edición grande (que es la que sale casi los 18€) o el mini álbum que es como la edición de bolsillo (muy baratita, que no llega a los 7€). 

Os dejo una muestra de las ilustraciones del volumen:

































Una joyita mas para la colección!